El uso de la biometría en la prestación de servicios sociales: buenas prácticas

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En los últimos años, el uso de sistemas biométricos se ha expandido de manera significativa en los escenarios más variados en todo el mundo. Noticieros y diarios a menudo incluyen noticias sobre sus diversos usos: desde el pago automático en el momento de comprar una bebida, hasta la detección de personas requeridas en aeropuertos o lugares públicos. Ahora bien, este incremento ha traído una enorme preocupación por la forma en que se los emplea: sistemas de reconocimiento facial que procesan rostros sin el consentimiento de las personas filmadas o fotografiadas, sistemas de identidad nacional cuyo uso sistemático genera perjuicios a la población e incluso sistemas biométricos con sesgos evidentes a la hora de procesar los datos por sexo, raza y edad. En todos los casos, la crítica principal es que los dueños de los datos los individuos mismos no tienen control sobre estos.

Este documento hace parte de una serie de materiales producidos por la iniciativa fAIr LAC sobre el uso de la inteligencia artificial en la prestación de servicios sociales. El propósito no es generar un debate sobre el uso o no de sistemas biométricos, sino ofrecer una serie de herramientas para entender cuándo, cómo y de qué forma su implementación en proyectos de prestación de servicios sociales tiene sentido y, en caso de utilizarse, cuáles son las precauciones que se deben tomar para proteger a la ciudadanía.

 

Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo